Te quiero más que a la sal

¡Hola de nuevo!

Hoy terminamos un proyecto que empezó ya hace unas semanas, el de Sal costa con yodo y ácido fólico. Realmente no puedo decir mucha cosa acerca de si funcionan todas las propiedades que dicen tiene el ácido fólico, ya que no me suelo hacer análisis de sangre así por las buenas, pero sí que tengo una opinión sobre la sal.

Según Sal Costa “Con sólo 3 gramos de Sal Costa con Yodo + Ácido fólico al día, te garantizas el aporte necesario de estos nutrientes”. La sal es amarilla, sí, pero no altera ni el sabor ni el color de los alimentos. En mi casa siempre habíamos comprado Sal Costa, y al independizarme, mi novio compraba a veces sales baratas, porqué total… sólo es sal. Pero no es lo mismo. Para empezar, con la sal con yodo hace falta mucha menos cantidad para que los alimentos estén salados, lo que ya es un beneficio en sí mismo, y después, si es más sano (esto ya es cuestión de fe) y a mí la comida me sabe igual (o mejor) ¿Por qué no probarlo? Se trata sólo de unos céntimos de más en la compra que tu organismo va a agradecer.

En definitiva, ¿Recomiendo este producto? Sí. A mí me gusta porque la textura es regular, no es ni muy fina ni muy gorda y encima es más sana. Yo por mi parte voy a seguir comprando Sal Costa. Es la única a la que le tengo cogido el punto para que la comida sepa justo como yo quiero. Y encima es más sana ¿Qué más se puede pedir?

Y por si no conocéis el cuento, aquí os enlazo "Te quiero más que a la sal". Y es que la vida sosa es menos vida...