En julio vi que la web de Yves Rocher tenía muy buenas ofertas. Según la newsletter que enviaron, faltaban dos días para que finalizaran las rebajas y las cosas volvieran a su precio habitual, así que eché un vistazo y me compré unas cuantas cosas, por valor de 65 euros.
Para mi sorpresa, no me llegaba la confirmación al correo, así que al día siguiente decidí llamar al servicio de atención telefónico de Yves Rocher. Tras 20 minutos esperando, me cogen el teléfono y como había estado dando vueltas estaba en una zona sin mucha cobertura.
La teleoperadora, en vez de perder 3 segundos esperando que contestara, al primer hola decidió colgarme, instándome a que llamara otra vez porque “no se me oía muy bien”.
Tras mucho mucho rato me lo cogen y les comento mi problema. La chica, muy amablemente, me comenta que si no me ha llegado el correo de confirmación que haga otra vez el pedido, ya que seguramente no se ha hecho bien. Ellos no me pueden verificar si tienen el pedido. Además, me asegura, que si por un casual el pedido se duplicara, no hay problema en proceder a la devolución del dinero.
Bien. Hago de nuevo el pedido y sigue sin llegarme la confirmación. De repente me ilumino y pienso… “Es raro, pero y si se ha ido a spam!”. Y efectivamente, allí estaban los dos correos de Yves Rocher confirmado ambos pedidos.
Vuelvo a llamar, se lo comento, y me dicen que no me pueden devolver el dinero, que tengo que esperar a que me llegue el paquete y devolverlo.
Intento no montar en cólera y lo asumo. Al final me llega el paquete 1, vía mensajería. Pasan los días y el otro paquete no llega… según el seguimiento en internet hay artículos que no están en stock. Llamo para ver si lo pueden parar y me dicen que no.
Al cabo de tres semanas me llega un aviso de correos para que vaya a recoger el paquete. Mi sorpresa viene por el hecho de que yo había pagado mensajería para que me llegara antes. Y nada, voy a decir que no quiero el paquete y me dicen que desista de cogerlo y que hasta el día 29 de agosto no pueden devolverlo.
Señores de Yves Rocher, no sólo timan a su gente con ofertas que “se agotan ya” y llevan más de dos meses en la web, sino que además pueden modificar mi pedido para hacer que me sea más difícil recuperar mi dinero, pero no para anularlo.
Como ya les he escrito, esto no va a quedar así, porque han topado con una quejica a la que le encanta poner reclamaciones y denuncias cuando le tocan sus derechos.
Para mi sorpresa, no me llegaba la confirmación al correo, así que al día siguiente decidí llamar al servicio de atención telefónico de Yves Rocher. Tras 20 minutos esperando, me cogen el teléfono y como había estado dando vueltas estaba en una zona sin mucha cobertura.
La teleoperadora, en vez de perder 3 segundos esperando que contestara, al primer hola decidió colgarme, instándome a que llamara otra vez porque “no se me oía muy bien”.
Tras mucho mucho rato me lo cogen y les comento mi problema. La chica, muy amablemente, me comenta que si no me ha llegado el correo de confirmación que haga otra vez el pedido, ya que seguramente no se ha hecho bien. Ellos no me pueden verificar si tienen el pedido. Además, me asegura, que si por un casual el pedido se duplicara, no hay problema en proceder a la devolución del dinero.
Bien. Hago de nuevo el pedido y sigue sin llegarme la confirmación. De repente me ilumino y pienso… “Es raro, pero y si se ha ido a spam!”. Y efectivamente, allí estaban los dos correos de Yves Rocher confirmado ambos pedidos.
Vuelvo a llamar, se lo comento, y me dicen que no me pueden devolver el dinero, que tengo que esperar a que me llegue el paquete y devolverlo.
Intento no montar en cólera y lo asumo. Al final me llega el paquete 1, vía mensajería. Pasan los días y el otro paquete no llega… según el seguimiento en internet hay artículos que no están en stock. Llamo para ver si lo pueden parar y me dicen que no.
Al cabo de tres semanas me llega un aviso de correos para que vaya a recoger el paquete. Mi sorpresa viene por el hecho de que yo había pagado mensajería para que me llegara antes. Y nada, voy a decir que no quiero el paquete y me dicen que desista de cogerlo y que hasta el día 29 de agosto no pueden devolverlo.
Señores de Yves Rocher, no sólo timan a su gente con ofertas que “se agotan ya” y llevan más de dos meses en la web, sino que además pueden modificar mi pedido para hacer que me sea más difícil recuperar mi dinero, pero no para anularlo.
Como ya les he escrito, esto no va a quedar así, porque han topado con una quejica a la que le encanta poner reclamaciones y denuncias cuando le tocan sus derechos.
0 comentarios:
Publicar un comentario