Muchos domingos,
cuando no tenemos ganas de cocinar, cogemos un pollo a l’ast, lo que nos salva
la comida dominical. Estas croquetas son perfectas para aprovechar el pollo a
l’ast que haya sobrado y así no tener que comer la pechuga seca entre semana o
tirarla sin más.
Pues allá va.
Ingredientes para
hacer unas 20 croquetas (dependiendo de lo grandes que las hagas):
Sobras de pollo a l’ast (mínimo una pechuga)
Cebolla
Mantequilla
Harina
Leche
Sal y nuez Moscada
Elaboración:
Cortar el pollo en
trocitos muy pequeños o triturarlo. Yo lo trituré para que quedara todo una
masa, aunque eso va a gustos (eso sí, con una picadora, nunca con una batidora,
¡si no se os hará puré!). Reservar.
Con la cebolla lo
mismo: o bien cortas a trozos pequeños o bien la trituras, depende de si te
gusta notarla o no. Una vez troceada sofreírla. Cuando esté hecha, añadir a la
sartén el pollo y rehogar un poco. Reservar.
Por otro lado, hacer
una bechamel espesa. Por si alguien no lo sabe para hacer la bechamel hay que deshacer
en una olla o sartén un poco de mantequilla. Cuando esté derretida freír un par
de cucharadas de harina. Cuando se haga una pelota, la harina se vea tostada y
antes de que se pegue, ir añadiendo poco a poco la leche. Removemos toda la
mezcla constantemente con fuego medio hasta conseguir una pasta con la textura
deseada. Luego sazonar con la sal y la nuez moscada al gusto.
Apagar el fuego y añadir
a la olla con la bechamel aún caliente la mezcla de pollo y cebolla. Remover
bien y verter en un molde para que se enfríe. Si queréis evitar que se forme
una capa dura por encima de la bechamel, hay dos opciones:
Coger un trozo de
mantequilla y pasarla por encima de toda la masa.
Coger papel de fil,
de ese transparente y tapar la masa arrás, impidiendo que haya aire entre el
plástico y la masa. Os dejo una foto para que veáis como:
Luego hay que dejar
enfriar la masa, meterla en la nevera y dejar reposar. Siempre es mejor
hacerlas de un día para otro. Para hacer la forma de croquetas no hay mucho
misterio: Una vez fríala masa con las manos cogemos un poco de pasta y las
moldeamos haciendo las croquetas con la forma que nos guste. Después las
pasamos por harina, huevo batido y pan rallad (por ese orden). Si se os pega la
masa a las manos, lo mejor es mojároslas en agua. Nada de harina ni nada, agua…
¡Comprobado empíricamente! Ahora sólo queda freírlas en una sartén o una olla
con abundante aceite de oliva. Recordad que es importante que el aceite esté
muy caliente para que os queden crujientes y bonitas.
¡Y listo! A mí me
quedaron un poco líquidas y se partían, pero ¡estaban muy ricas! Ya me
contaréis que tal las vuestras :)
* La leche y la mantequilla eran de la marca ATO, gracias a este nuevo proyecto!
2 comentarios:
Muy buena tu puntualización sobre cómo tapar la masa con papel transparente. En ninguna receta se indica y es fundamental para que la masa no suelte agua y las croquetas no se abran cuando se frían en la sarten. Gracias
10 de junio de 2013, 12:28Gracias! Espero que te salieran bien :)
25 de noviembre de 2013, 12:20Publicar un comentario